martes, 12 de agosto de 2008

Asi se reconstruye un fenomeno...


En El Mundo Deportivo de hoy Cristina Cubero escribe el siguiente artículo, bueno en su contenido, pero quizás implicando a Frank Rijkard, lo cual tampoco podemos saber con certeza, pero ahí esta literalmente:


"Necesita mejorar. Físicamente aún le falta recuperar la forma ideal. Se ha pasado cuatro meses entre lesionado y aletargado. Ha pasado un año asqueado, sin ganas de luchar, engullido por un entorno corrosivo, viviendo a la sombra de un club que perdía credibilidad por momentos, gris, dominado por mediocres que se dejaban llevar por intereses personales. Y él, en lugar de luchar, en vez de rebelarse, se refugiaba en su microcosmos, en Castelldefels, que tiene mucho de las playas cariocas donde él pasa parte de las vacaciones.

Ronaldinho había perdido las ganas de jugar a fútbol. Así de triste. El Gaúcho, capaz de emocionar con una sonrisa, el único que hizo ver que un segundo puesto puede saber a gloria - en su primera temporada- , el que obligó encantado a trasnochar al socio azulgrana para tomarse un gazpacho a las doce de la noche y todo para empatar, pero ¡qué golazo nos regalo!, y todo lo demás, las dos Ligas, la Copa de Europa, el tipo del mostacho en el Bernabéu, tantas noches de imposibles, de regalos, de nuevos términos para definir jugadas; que si la 'espaldinha', que si la 'paradinha', que si el 'sombrero con alas'… Pero le pudo la negatividad del entorno, le pudo ser el símbolo de Sandro Rosell, le pudo ser brasileño y lo más importante, le mató no estar bendecido por el divino, por el Dios del laportismo. Tendría que haberles puesto en su sitio pero él no es así, es gaucho y negro, gente que acostumbra a callar aunque no olvida. Ronaldo les habría puesto en el paredón con cuatro explicaciones. Él no. Era mejor empezar un nuevo proyecto, hacer las maletas y despedirse, las heridas eran demasiado profundas.

Quizá habría sido distinto si Joan Laporta hubiera perdido el voto de censura, no sólo moralmente sino también por votos. Ronaldinho no tenía pensado participar en las Olimpiadas y para Dunga estaba más que claro que si convocaba a tres jugadores mayores de 23 años serían tres de su estilo: Julio César (Inter), Robinho (Madrid) y Kaká (Milan). Con Ronaldinho no se entendía, nunca olvidó el caño y el 'sombrero' que se marcó un crío de 16 años en un Gremio-Internacional que enfrentó a un Ronaldinho imberbe y un Dunga capitán del mundo. Pertenecen a mundos distintos. Dunga es típicamente gaucho: blanco, autoritario, descendiente de ítalo-alemanes. Ronaldinho es negro, que eso en Porto Alegre ya es un distintivo. Además, Dunga y Roberto de Assis nunca se llevaron demasiado bien. Roberto tenía diseñada una carrera para su hermano que no coincidía con la visión moralista de la vida del seleccionador.

Pero Rosell intercedió. Le hizo ver a Teixeira que Brasil necesita a Ronaldinho si quiere optar a ganar el hexacampeonato en Sudáfrica, que los líderes del pasado no están ya. Pero para tener a Ronnie en el Mundial del 2010 antes tenían que recuperarlo. Sandro, egoísta, pensaba en el Barça: si recuperaba a Ronaldinho podría rendir un año y después traspasarlo por una cantidad nunca inferior a 60 millones de euros y fichar, por ejemplo, a Cristiano Ronaldo. La moción no prosperó y a Ronaldinho no le quedó más remedio que emigrar a Italia. Tal era la cantidad de mentiras que se habían inventado de Ronaldinho que el Milan le realizó una prueba capilar que descartase el uso habitual o esporádico de sustancias prohibidas. En Barcelona circuló el bulo de que Ronnie se estaba desintoxicando en un balneario cercano a la ciudad - ahora ya se puede explicar porque la mentira es tan absurda que mejor quitarle la careta a los mentirosos-. Las pruebas del Milan resultaron 100% negativas: Ronnie estaba limpio. Otra cosa era su estado físico… y anímico.

A nadie le importó que Ronaldinho se fuera apagando. El declive empezó en Vilafranca, con aquellas famosas declaraciones de Eto'o que rompieron el vestuario, aunque tan dañino como Samuel fue el propio Frank Rijkaard, despedido como un héroe porque a la directiva también le interesaba. El comportamiento personal de Frank dejómucho que desear y no hablamos de su relación con los jugadores sino con otros empleados del club. Perdió la credibilidad con comportamientos impropios estando 'de servicio', es decir, en hoteles de concentración o en aviones que trasladaban al equipo de un punto a otro en plena gira asiática. Pero Rijkaard cae bien, es el tipo feliz, caricaturizado apoyado en una planta de marihuana, que rechaza el protagonismo. Pero su incidencia en la degeneración del grupo fue total.

El final ahí lo tienen. Ronaldinho ha recuperado la autoestima. Se siente otra vez futbolista. Él, que nunca ha sido un 'pasota', que se leía toda la prensa y tenía conectado el Canal Barça y la que considerada 'la suya' (TV3) y que veía como se inventaban de él cosas inverosímiles todo para contentar al Maestro, está renaciendo. Es pronto, tiene que mejorar, le falta un mes de preparación física. Pero su fútbol no ha caducado, sólo necesitaba que creyesen en él."

Yo pienso que no hay que recuperarlo, sino que siempre ha sido el mismo, otra cuestión es que desde distintos sitios se le hayan ido tendiendo "trampas", desde la directiva y ciertos periodicos, el entorno..., pues el entorno como quieran llamarlo. La consecuencia es que el nº1 ya esta en otro equipo rival nuestro y a precio de saldo, así como Deco, y aunque a mi me parece que es buenísimo en su puesto y que siempre aporta lo máximo, ya que literalmente "muerde al contrario" Eto´o sigue ahí, y espero que siga pero tambien callado, ya que muchos problemas fueron a consecuencia de sus declaraciones.
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